sábado, 3 de mayo de 2014

LINK - Correspondencia

CONDUCTAS DE SEGURIDAD

Hay distintas maneras de promover una conducta responsable:

A través de la información: se basa en que la difusión de información pertinente dará lugar a cambios en los conocimientos , actitudes y comportamientos

 

 A través de las emociones: se basa en que la activación de emociones como el miedo o la empatía, estimuladas por imágenes de accidentes o por juegos de rol, pueden propiciar un cambio de actitud.


A través del enfoque conductual del aprendizaje: Se basa en que los alumnos pueden aprender a resistirse a la presión de grupo o modificar sus hábitos de consumo de alcohol.



viernes, 6 de diciembre de 2013

TÉCNICAS DE LA PROTECCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN LOS EQUIPOS DE LA PRIMERA RESPUESTA

TÉCNICAS DE LA PROTECCIÓN DE LA SALUD MENTAL  EN LOS EQUIPOS DE LA PRIMERA RESPUESTA
 
 
1.-          Reducir  la excitación

Existe varias estrategias para romper el ciclo de la tensión , obviamente             identificar el agente estresor es un gran comienzo, esto va a permitir  identificar que cosas nos alteran o trastornan, pero debemos de recordar que no es posible ni deseable quitar todos los estresores de nuestra vida por que son ellos los que motivan, si los quitáramos nuestras aspiraciones y desafíos desaparecerían haciendo de nuestra vida una secuencia monótona.

En vez de evitarlos nosotros podemos reconstruir nuestro comportamiento diario para reducir la frecuencia de encuentros con los estresores negativos, sin tener que sacrificar nuestras metas, el método para abordar esto es una técnica desarrollada por Allen y Hyde, que la llamaron “Diseño social”, este método se orienta a enseñarnos que existe más de una forma de resolver un problema o enfrentar una situación social  o hacerla menos estresante, los pasos presentados en forma de interrogantes  a seguir son los siguientes:

 

*                       Identifique el estresor

Es decir que es lo que le esta causando malestar emocional

·      Defina el estresor

De lo anterior que parte es la resulta muy estresante, por ejemplo olores, lugares, sonidos, personas.

·      Puede el estresor ser evitado totalmente

 Si es posible simplemente evítelo o modifíquelo pidiendo ayuda, comprometiendo a otras personas, realizando una acción administrativa, etc. pero sino proceda al siguiente paso.

·      Que ocurre si el estresor es evitado

En esta etapa se debe uno de preguntar que perdería yo si el estresor es evitado, tendría algún problema administrativo, afectaría mis planes o proyectos de vida.

·      Generar alternativas                                                 

La lluvia o tormenta de ideas es muy importante, anotando aquellas

 ideas que le sean útiles teniendo en cuenta lo planteado en el paso anterior.

·      Evalúe sus alternativas

Pregúntese si estas alternativas planteadas son factibles elimine aquellas que pueden generar más estrés

·      Seleccione la mejor alternativa

 

·      Póngala a prueba

 

·      Reevaluela y mejórela de ser posible

 

·      Practique este técnica hasta que sea una costumbre.

 

 

2.-          Administración del tiempo

 

La planificación del tiempo y de las actividades o compromisos es muy importante para reducir el estrés, el acostumbrarse a llevar una agenda o un block  de notas ayuda, también póngase metas y diseñe planes para alcanzar esta metas, con pasos realistas y alcanzables a corto plazo.

 

3.-          La negociación con la mente

 

En la administración del estrés esta técnica consiste en una reevaloración cognitiva (pensamiento) que nos permite controlar el estrés y sus significado que nosotros le damos para nuestra vida, muchas personas tienden a darle un significado catastrófico a lo que les pasa, piensa que nunca van a poder sobreponerse o que se están volviendo locos, al respecto muchos psicólogos le dicen a ud. que no hay nada tan horroroso que no tenga algún elemento positivo y no sea una oportunidad para su crecimiento personal, esta reevaloración cognitiva nos ayuda a encontrar el aspecto positivo de lo que nos esta pasando en lugar de solamente centrarnos en los aspectos negativos, trate de interpretar el suceso como un desafío en vez de un motivo para desesperarnos.

 

4.-          Técnicas de relajación

 

Actualmente el Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos, la FEMA y  el Departamento de incendios USA, recomiendan la Implementación de técnicas de relajación concebidas como el manejo de la respiración profunda, la meditación y la relajación progresiva de los músculos, estas técnicas deben de ser dirigidas por un psicólogo emergencista.

 

5.-          Administración del tiempo libre

 

Saber como administrar nuestro tiempo libre es muy importante muchas personas no saben como utilizarlo y lo malgastan en actividades rutinarias otras se niegan a tomar un descanso y otras inclusive se llevan trabajo a casa o están pensando en lo que se estará haciendo en el trabajo en su ausencia.

Planifique su tiempo libre, recuerde que el tiempo libre no es solamente no hacer nada, muchas veces el cambiar de actividad y realizar aquel pasatiempo favorito, reúnase con personas que no estén vinculadas al servicio de emergencias, disfrute de una buena conversación con un viejo amigo, dedíquele tiempo a su pareja o esposa a solas o con sus hijos y sobre todo deje el radio en el cuartel o simplemente apagelo.

 

G.-         Participación de la familia

 

La pasión por el trabajo en los servicios de emergencia, también involucran a la familia, muchas parejas, esposas o hijos guardan por años profundos resentimientos por que sus esposos, padres, hijos o parejas no les dedican un poco de tiempo, que les escuchen sus problemas o necesidades o simplemente  viven a sobresalto de que algo malo les pueda pasar.

Se debe de involucrar a la familia en la actividad del servicio de emergencia, deben saber cuales son las exigencias y las consecuencias sobre la salud de sus parejas o esposos, motivárseles a que se conozcan entre ellas y sean capaces de darse apoyo en el momento que se requiera .

 

H.-         La Inteligencia Emocional

 

Como hemos podido ver una costo del estrés es el cambio en el carácter , nos volvemos más agresivos o violentos, es decir tendemos a perder el control sobre nuestras emociones.

 

Peter Salovey de la Universidad de Yale  fue uno de los primeros que trabajo y acuño el termino “Inteligencia Emocional” como una forma para referirse a nuestra capacidad para manejar nuestras emociones, ser capaces de llevarnos bien con las personas que nos rodean, poder trabajar en equipo, tolerar ideas que no sean las nuestras, tener inciativa y creatividad.

 

Las emergencias y los desastres son situaciones de gran desbordamiento emocional, tenemos en cuenta que las emociones se contagian , podemos entender que fácil resultaría que los integrantes de los equipos de primera respuesta pierdan el control de sus emociones.

 

Goleman, nos dice que si la prueba de la habilidad social es la capacidad de aliviar las emociones alteradas de los demás, enfrentarse a alguien que está en pleno ataque de ira es tal vez la medida definitiva de la supremacía.

 

Los datos sobre autoregulación de la ira y contagio emocional sugieren que una estrategia eficaz podría ser distraer a la persona iracunda, mostrar empatía ( comprención) con sus sentimientos y su perspectiva y luego atraer su atención a un foco alternativo.

 

Goleman, haciendo una recopilación de diversos trabajos nos indica una serie

de estrategias para controlar el mal humor y la ira , al respecto nos dice que el arte de serenarnos es una habilidad fundamental para la vida y nosotros podemos añadir que es de vital importancia para los integrantes de los equipos de primera respuesta.

 

Dolf Zillmann de la Universidad de Alabama, descubrió que un disparador universal de la ira es la sensación de encontrarnos en peligro. El peligro puede estar signado no sólo por una amenaza física absoluta sino también, como ocurre con mayor frecuencia, por una amenaza simbólica a la autoestima o la dignidad (el insulto o la burla de los curiosos, el rechazo o reclamo de la familia de los accidentados o la agresión del propio accidentado).

Zillmann ha llegado a la conclusión de que cuando el organismo ya está en un estado de nerviosismo y algo dispara un asalto emocional (una provocación),la emoción consiguientes tiene una intensidad marcada, la ira se construye sobre la ira, en este punto la persona se vuelve implacable y es imposible razonar con la persona enfurecida, su pensamiento gira en torno a la venganza y la represalia, sin importar las consecuencias.

 

Una estrategia bastante efectiva es la de “enfriarse” fisiológicamente esperando que pase el aumento adrenalínico, durante una discusión esto significa librarnos momentáneamente de la  persona airada, la persona airada debe poner freno al ciclo del pensamiento hostil intensificado buscando alguna distracción.

 

La distracción es un poderoso recurso para alterar el humor, resulta difícil seguir furioso cuando estamos pensando en un momento agradable.

Diana Tice, psicóloga de la Universidad de Western Reserve, nos dice que una estrategia bastante eficaz consiste en quedarnos a solas mientras nos calmamos (un paseo  a pie, el ejercicio activo ayuda a aliviar la ira), lo mismo ocurre con los métodos de relajación como el respirar profundamente y relajar los músculos, tal vez porque modifica la fisiología del organismo que pasa de una elevada excitación de la ira a un estado de excitación menor y tal vez también porque nos distrae de cualquier cosa que pueda disparar la ira.

 

Tice descubrió también que dar rienda suelta a la ira es una de las peores formas de calmarlas , los estallidos de ira intensifican la excitación del cerebro.

La clave del control de la ira esta en detener el torrente de pensamientos antes que estos se conviertan en furia incontrolable, para lograr esto uno debe de entrenarse en saber reconocer cuando aparecen estos pensamientos y no permitir que prosperen y crezcan , congelándolos en el pensamiento y sustitullendolos por pensamientos agradables o neutros.

 

El Programa New Haven, en su programa de “habilidades para la vida” propone otra estrategia efectiva la cual se basa en los siguientes  seis pasos  que recuerdan los colores de un semáforo :

 

Luz roja                :              1.-          Deténte, cálmate y piensa antes de actuar

 

Luz amarilla        :              2.-          Cuenta el problema y di cómo te sientes.

                                               3.-          Propónte un objetivo positivo.

                                               4.-          Piensa en una cantidad de soluciones

                                               5.-          Piensa en las consecuencias posteriores.

Luz verde                           6.-          Adelante y pon en práctica el mejor plan.

                    

 

VII.-       RECOMENDACIONES PARA LOS JEFES

 

Daniel Goleman (1998) en su libro “La práctica de la inteligencia emocional” nos recuerda que “antes de poder ayudar a los demás, uno tiene que haberse descubierto a sí mismo”. El autoconocimiento constituye una capacidad clave que desempeña un papel fundamental en el control del estrés, la claridad de nuestras emociones nos capacita para controlar nuestros estados de ánimo negativos.

El acto fundamental de nuestra responsabilidad personal en el trabajo es el de asumir el control de nuestro propio estado mental, toda vez que el estado de ánimo influye poderosamente sobre el pensamiento, la memoria y la percepción.

 

Goleman nos señala cinco competencias emocionales fundamentales para poder controlar nuestras emociones  y por ende poder dirigir y comandar en las circunstancias tan difíciles como son las emergencias y los desastres :

 

1.-          Autocontrol:     Gestionar adecuadamente nuestras emociones y nuestros impulsos conflictivos.

 

2.-          Confiabilidad:  ser honrado y sincero.

 

3.-          Integridad:         Cumplir responsablemente con nuestras obligaciones

 

4.-          Adaptabilidad:  Afrontar los cambios y los nuevos desafíos con adecuada flexibilifdad.

 

5.-          Innovación:       permanentemente abierto a nuevas ideas, perceptivas e información.              

 

El National Institute of Mental Health, y el Center for Mental Health Studies of Emergencies (1985,USA) (13), hace las siguientes recomendaciones para los lideres de los equipos de primera respuesta.

 

1. Durante la fase de alarma proporcione al trabajador toda la información posible sobre lo acontecido,  utilizando para tal fin cualquier medio de comunicación o en una reunión previa con el personal que ha llegado con la finalidad  de ir preparándolos emocionalmente.

 

2. Proceder a dar información a los Equipos sobre el estado de sus familiares y su localización.

 

3 .Tener siempre presente que la identificación e intervención ante las reacciones del stress-trauma, revise y recuerde los múltiples síntomas indicando su efecto decreciente.

 

4. Haga uso de la asistencia psicológica en el campo operativo y téngalo en cuenta en sus planes de trabajo, el equipo de psicólogos pueden observar el funcionamiento de los trabajadores, dar soporte a estos y avisar a los Oficiales del Comando sobre el nivel de fatiga , así como de las reacciones de frustración o de fracaso (Mitchell 1983).

 

 

5. Procurar la rotación de los trabajadores para evitar la exposición prolongada a las situaciones de gran stress (tareas de triaje, morgue provisional, etc.), a fin de evitar el quebrantamiento emocional, use personal de soporte emocional. 

6.            Recuerde que la habilidad del trabajador disminuye por la fatiga y se comienzan a cometer errores que pueden ser fatales. 

7.            Permita que se hable sobre sentimientos, no los censure y motive su surgimiento.
 

8.            Recuerde que el regreso al trabajo y a la vida familiar puede ser difícil después de un desastre  o incidente crítico. 

9.            El reconocimiento público y oportuno por el esfuerzo desplegado es muy importante para mantener la autoestima y la autoconfianza, en los equipos. 

10.          A fin de evitar el quebrantamiento de los trabajadores tenga en cuenta lo siguiente:    

a.            Facilidades de servicios higiénicos               

b.            Comidas y bebidas apropiadas y oportunas               

c.            Proteja el agua y la comida, a fin de evitar su contaminación.               

d.            Ubicar y proporcionar un lugar donde descansar, lejos de la escena del desastre.               

e.            Establezca horarios de trabajo               

f.             De oportunidad para que se expresen sentimientos, emplee el equipo de salud mental.     

g.-          No permita que ningún efectivo retorne a su    rutina diaria sin antes haber pasado por una "desmovilización" psicológica. 

h.-    En caso de que algún integrante de los equipos de respuesta sufra una herida debe   ser atendido y evacuado inmediatamente por   que su ocurrencia tiende a desmoralizar al   resto de los integrantes
 

11.-        En caso de Incidente Crítico que involucre a un efectivo de los equipos de respuesta, evite lo antes posible que la familia se entere por la prensa, tenga un equipo de soporte en crisis conformado de antemano que tiene que estar integrado por un psicólogo emergencista, el jefe de personal, compañero más próximo al accidentado y/o jefe inmediato superior; se le debe de proporcionar todas las facilidades de movilidad y de compañía a los familiares, indicándoles cual es el procedimiento a seguir, se les debe de preparar para ver a su familiar, las quemaduras o politraumatismos desfiguran el cuerpo, así como el equipo médico de emergencia empleado para estabilizarlo y atenderlo pueden impresionar a la familia.

En el caso de fallecimiento se debe de preparar a la familia para reconocer el cadáver, muchas veces cuando se es víctima de un incidente crítico la persona puede quedar desfigurada o mutilada.

Se debe de estar preparado para responder a todas las preguntas de la manera más sencilla y franca, repita los mensajes en forma pausada, no espere que s ele comprenda de inmediato, los familiares en este estado de schock emocional pueden estar confundidos o aturdidos.

Es recomendable que se tenga todo un procedimiento establecido con anterioridad para estos casos, la improvisación , aumenta  la confusión y deja mucho que desear en la familia provocando resentimientos posteriores.
 
Fuente:
MANUAL PARA EL CUIDADO DE LA SALUD MENTAL EN LOS EQUIPOS
                                               DE PRIMERA  RESPUESTA

 

Santiago Valero Alamo

Psicólogo Emergencista
PERU


 

lunes, 25 de noviembre de 2013

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS


Primeros Auxilios Psicológicos

 

Son las acciones realizadas por un personal voluntario destinadas a restituir a la brevedad la respuesta emocional y cognitiva de una persona en crisis

La técnica de los Primeros Auxilios Psicológicos en casos de catástrofes fue preparada por la Asociación de Psiquiatría Americana (APA), su traducción adaptación la realizo el Dr. Baltasar Caravedo y publicado por la revista militar del Perú en 1972, sus principios continúan vigentes motivo por el cual lo presentamos en esta publicación como una técnica aleatoria o de reforzamiento a la de la primera ayuda 

¿Cuáles son sus metas?

1.Dar Apoyo

2.Reducir el riesgo físico y psíquico

3.Servir de enlace con ayuda especializada, de ser necesario 

¿Cuál es el procedimiento?

Implica cumplir cinco pasos lógicos:

1.Hacer contacto psicológico

2.Explorar el problema

3.Buscar posibles soluciones

4.Acompañar la acción concreta

5.Realizar evaluación y seguimiento 

Los primeros auxilios psicológicos

- Son intervenciones de primera instancia.

- Son inmediatas y de corta duración.

- Están dirigidas a cualquier persona impactada por un incidente crítico.

- Su objetivo principal es proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos de ayuda.

- Los PAP los proporciona cualquier persona suficientemente entrenada y formada.

- Se proporcionan principalmente en el mismo lugar del suceso.

El objetivo de nuestra intervención es “ayudar a la persona a aceptar lo sucedido, expre­sar sentimientos, facilitar que busque soluciones y apoyo social, ayudar a que recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes del incidente y prevenir la aparición de consecuen­cias negativas para su salud mental”.

Cuatro Tipos de Reacciones Frente a los Desastres

El manual de la APA menciona que básicamente se pueden presentar cuatro tipos de respuestas individuales a los desastres:


A) Reacciones normales a los desastres.-

Algunas personas son capaces de mantenerse notablemente calmadas aún en las circunstancias más extremas; sin embargo, la mayoría de nosotros empezamos a sentir los efectos del Síndrome General de Adaptación (sudoración profusa, temblores, debilidad, estados nauseosos) por un momento y la claridad del pensamiento puede ser difícil. Afortunadamente muchos de nosotros podemos recuperar nuestra compostura bastante bien. Sería engañoso clasificar como anormales estos estados naturales y transitorios.

B) Reacciones paralizantes.-

Se puede esperar también encontrar personas que por un tiempo se queden paralizadas, pueden quedarse paradas o sentadas en medio del caos, como si estuvieran solas en el mundo, su mirada estará perdida, cuando se les habla no podrán responder a todo o simplemente se encogerán de hombros o pronunciarán una o dos palabras, parecen libres de reacción emocional, son incapaces de ayudarse.

C) Reacciones hiperactivas.-

Estas personas pueden estallar en ráfagas de actividad, sin un propósito definido, hablarán rápidamente, bromearán en forma inadecuada y harán sugerencias y demandas inaceptables, pero de poco valor real, pasarán de un trabajo a otro y parecerán incapaces de resistir la más mínima distracción, se muestran intolerantes a cualquier idea que no sea la suya.

D) Reacciones corporales.-

Algunas reacciones corporales han sido ya mencionadas como respuestas temporalmente normales, aunque estos síntomas normales son algo molestos mientras dura, generalmente no interfieren seriamente con la habilidad de la persona para llevar adelante una actividad constructiva en una situación difícil, algunas de estas reacciones, especialmente la debilidad, el temblor, el llanto, pueden no aparecer hasta después de que una persona ha enfrentado y superado efectivamente el peligro inmediato. 

La formación que deben tener los profesionales para trabajar en crisis y emergencias sociales

El desarrollo de actitudes y habilidades para facilitar la comunicación y la expresión de sentimientos va a resultar clave si nuestra actuación persigue el alivio del sufrimiento hu­mano, a través de nuestra intervención profesional.

En muchas ocasiones, lo que necesita la persona puede no consistir en la obtención de recurso sino, por el contrario, en una necesidad que va más allá de todo eso; lo que nos está expresando es una demanda de tipo emocional donde poder desahogarse y sentirse escuchada y aliviada. Además, esta actuación es fundamental para reducir el impacto de estas situaciones de “crisis” sobre la vida y la salud emocional de las personas y familias.

Identificar estas situaciones de crisis va a resultar fundamental como estrategia pre­ventiva de mayores desarreglos y va a posibilitar la canalización de todas esas emociones negativas que están paralizando a la persona y que pueden posicionarla en una situación grave riesgo social.

El papel de Trabajador Social ante situaciones de crisis, en el desempeño de la relación de ayuda y a través de la implementación de primeros auxilios psicológicos, va a dar res­puesta a las necesidades emocionales de esa persona; ayudándola a clarificar las posibilida­des que tiene y a ventilar sentimientos angustiantes. Ojo, no se trata de iniciar con la perso­na una sesión de psicoterapia. Igualmente, tampoco se trata de un intrusismo profesional; simplemente consiste en permitir que las emociones afloren a través de la comunicación, con el simple objetivo de proporcionar alivio a través de la descarga y la exteriorización de las emociones, en una interacción de ser humano a ser humano para, a partir de ahí iniciar una intervención profesional dirigida al desarrollo y la estimulación, acompañando y aseso­rando en las posibilidades de acción, dejando que tome sus propias decisiones; y no dejar que quede atrapada en una situación paralizante de crisis.

Tras esta actuación, algunos necesitarán ayuda profesional, otros saldrán adelante pero con algunas secuelas psicológicas y otros habrán activado sus mecanismos de resiliencia para, a pesar del dolor sufrido, salir fortalecidos del suceso.

Reviste especial importancia tener en cuenta que “la psicología de urgencia resuelve situaciones para las que nadie se encuentra capacitado por las experiencias previas y una adecuada preparación emocional”17.

Por este motivo, la formación resulta clave. El no dejar nada a la improvisación y saber actuar en todo momento desde una perspectiva empática, sin presionar ni emitir juicios de valor, sin hacer falsas promesas pero ayudando a establecer objetivos claros, proporcio­nando a la persona alternativas de acción; se va a convertir en una función profesional de especial significación.

“Para prestar ayuda, quien lo haga debe conocer algo más que las técnicas reposadas y amables de la terapia tradicional, de la búsqueda de las causas en el pasado y de apelar a la razón; la psicología de urgencia y la capacidad para resolver de manera adecuada las mani­festaciones de la interacción violenta, son habilidad para las que la mayoría de nosotros, sin importar el grado de nuestra experiencia clínica, no está bien preparada”.18

Esto recobra su mayor importancia en tanto que nos va a permitir “resolver estas mani­festaciones concretas en el momento presente”19. Estas manifestaciones pueden tratarse de conductas violentas o fuertemente estresantes o angustiantes.

Muchas personas están expuestas a situaciones de violencia emocional y psicológica de forma frecuente, las familias con las que trabajamos no son ninguna excepción. Así como a otras situaciones traumáticas. 

Cuatro Principios Básicos de los Primeros Auxilios Psicológicos:

A) Acepte el derecho de toda persona a tener sus propios sentimientos.-

No culpe o ridiculice a una persona por sentirse como lo hace, su tarea es ayudarle a superar su sentimiento, no decirle como debe sentirse. Si usted se detiene a pensar en sus propios sentimientos, se dará cuenta de cómo es imposible para los seres humanos el hacer una selección consciente de sus sentimientos más profundos.

Tenga presente que sin embargo la posición de otra persona puede ser similar a la propia, pero cada persona ha tenido ciertas experiencias únicas que pueden afectar fuertemente sus sentimientos en relación con los sucesos subsecuentes en sus vidas.

Más allá del horror y el temor que puedan sentir, las personas reaccionarán en términos de cómo esta experiencia encaja con sus ideas pasadas acerca de sí mismo y sus aspiraciones en el futuro.

Al prestar primeros auxilios psicológicos, rara vez estará usted seguro de por qué algunas personas se trastornan más que otras, su expresión, su postura, su aspecto integro puede decirle eso, aún cuando ella no le diga con palabras, permitirle a un accidentado saber que usted quiere entender como él se siente puede ser el primer paso para ayudarlo, esto puede hacerse con unas pocas palabras o aún con un simple gesto. No lo abrume con su compasión. Esto sólo le hará sentir más incomodo y confirmará sus peores temores acerca de sí mismo, haga lo indispensable para establecer contacto con él.

B) Acepte las limitaciones del accidentado como reales.-

Cuando el muslo de un hombre esta destrozado, nadie espera (incluyendo el paciente) que pueda caminar por un tiempo. Cuando la capacidad del hombre para superar sus sentimientos está hecha pedazos, muchos (incluyendo el paciente) se inclinan a esperar que él vuelva a actuar normalmente, casi de inmediato. “Todo está en su mente”, “Deshágase de ello”, “Recupérese”. Tales tipos de consejos no tienen lugar en los primeros auxilios psicológicos, los sentimientos de incompetencia son reales y a menudo incapacitantes; por ello su tarea será ayudarlos a recuperarse tan efectivamente y rápidamente como puedan, esto se consigue aceptando sus limitaciones y ayudándolos a redescubrir rápidamente algunos de los recursos que ellos pueden utilizar de inmediato.

C) Mida las posibilidades del accidentado en forma tan exacta y rápida como sea posible.-

Mientras usted se da cuenta de las limitaciones de una persona perturbada, usted estará atento de las habilidades y otros recursos que pueda utilizar y reavivar, una persona muy trastornada puede fácilmente hacerle olvidar que podría ser de verdadera ayuda para usted tanto como para sí mismo y que usted puede ayudarlo a iniciar el camino hacia la reorganización de su mundo. Averigüe con tacto que fue lo que sucedió, permítale responder de su propio modo. Usted no puede dejarlo divagar interminablemente, ofrecerle un par de minutos en los cuales él pueda hablar libremente de sus propias experiencias le mitigarán notablemente algunos de sus sentimientos de desesperanza e impotencia. Averigüe si el herido se preocupa particularmente de sus familiares o amigos, dele tan honestamente como pueda una información acerca de donde, cuándo y cómo puede él razonablemente esperar tener contacto con aquellos que le son queridos. Si él está demasiado deprimido para hablar fácilmente una exposición de lo que puede haberle sucedido (basado en su conocimiento general del desastre) puede acrecentar su confianza en usted, hasta el punto de que él pueda hablarle un poco. Preguntas breves acerca de su ocupación normal pueden darle a usted algunas pistas sobre sus habilidades e interés básico, para muchas personas que están anonadadas emocionalmente el trabajo que pueda hacerse en forma automática y rutinaria podría ser el primer paso que los haga volver hacia la normalidad efectiva.

D) Acepte sus limitaciones al ayudar a otras personas.-

No trate de ser todo para las personas, habrá mucho de lo que usted quisiera hacer en un desastre y que está mas allá de sus de sus fuerzas y habilidades. Usted no puede ser de todo para todas las victimas. Consecuentemente, usted debe establecer un orden de prioridades en su pensamiento, acerca de lo que puede permitirse acometer por sí mismo.

Su primera responsabilidad será cualquier trabajo de emergencia que le hayan asignado

previamente. Una razonable y sincera apreciación de sí mismo es parte muy importante de su preparación para prestar primeros auxilios psicológicos. Un trabajador de primeros auxilios físicamente herido puede continuar haciendo un buen trabajo curando las heridas de los accidentados. Pero sí está “emocionalmente herido” tendrá grandes limitaciones para proveer ayuda a otros. 

La concreción del trabajo a realizar

Para centrarnos en el abordaje de este campo, procedería dar contestación a la siguien­te pregunta: ¿Cómo se afronta este tipo de intervención? Lo primero sería la clarificación de unos objetivos al respecto.

En relación a esto, lo que se pretende con la implementación de Primeros Auxilios Psi­cológicos y Emocionales es “auxiliar a la persona para que en lo inmediato afronte la crisis, pudiendo restablecer el control sobre sus sentimientos para enfrentar la realidad y estable­cer contacto con la situación”.20

Esto va a ser actuación trascendental para el Trabajador Social, en tanto que va a posi­bilitar la conexión de la persona con su vida; orientándola en lo necesario para que retome en contacto.

“Nos referimos a la ayuda e inmediata intervención que se les ofrece ante la urgencia a víctimas y personas afectadas, empleando diferentes estrategias para así ofrecer la mejor contención posible”, “esto se realiza ante estados de crisis, al estar saturados los meca­nismos de adaptación de la persona que está atravesando una situación que desconoce y la cual dificulta de alguna manera su curso de vida. Esta incapacidad de adaptación es una peligrosa situación, ya que se ve elevado el nivel de estrés, desencadenándose cambios extremos en la impulsividad y la excitación, ante los cuales los mecanismos de defensa no funciona, al igual que los mecanismos de adaptación, los cuales se verán disminuidos precipitadamente”.21

 

El Trabajador Social debe ser consciente de ello y no perder de vista ni las emociones, ni los sentimientos de la persona que atraviesa por una situación de crisis.

Por tanto, las intervenciones que se realicen, tenderán al restablecimiento del equilibrio emocional y perseguirán los objetivos de: “Brindar protección y seguridad, así como tam­bién aliviar inmediatamente, o a corto plazo, síntomas de estrés, previniendo de este modo la aparición de futuras reacciones”22.

El proporcionar apoyo a la persona en el mismo momento que lo requiere permite aliviar su sobrecarga emocional y posibilita el desahogo de la ansiedad. Esta actuación añade un elevado valor a la intervención.

La actuación a desarrollar y que comprendería el ámbito de los primeros auxilios psico­lógicos y emocionales, según Núñez, son los siguientes:23

Protección: Donde lo prioritario es proporcionar seguridad y resguardo a la perso­na. Para ello, el Trabajadores Sociales gestionarán los recursos que consideren nece­sarios y harán uso de las técnicas necesarias, tales como la derivación de las personas a los servicios oportunos (centro de acogida).

Contacto: Donde se deberá promover el contacto tanto emocional, como físico. En relación a este último tipo de contacto, aclarar que este no se llevará a cabo en situa­ciones que resulten contraproducentes (como es el caso de las agresiones sexuales) o cuando nuestro interlocutor sea de un sexo diferente al nuestro (para que no dé lugar a malas interpretaciones). En todo momento, el profesional debe mostrarse receptivo a las necesidades.

Aceptar sin juzgar los sentimientos: El objetivo es tranquilizar a la persona, por lo que se deberá evitar hablar de culpables o realizar juicios de valor.

Aceptar nuestras limitaciones y la imposibilidad de resolver todo en el momento: Esto es imprescindible para poder actuar de forma responsable.

Evaluar las capacidades de la persona o grupo: Determinando sus facultades (orien­tación temporo-espacial, estado emocional, procesamiento de lo ocurrido, etc.) para poder anticiparnos a sus necesidades. Lo importante es la detección de las preocupa­ciones de la persona y ayudarla en la resolución de las mismas (facilitarle el contacto con las personas que precise, darle la información necesaria, etc.).

Brindar opciones: La persona ante esta situación es incapaz de decidir, por lo que se la deberá ayudar en la elaboración de una lista de alternativas o soluciones posibles.

Acciones concretas y estimulantes: Estableciendo objetivos e incitación a la acción.

Ofrecer información: sobre todos los recursos sociales disponibles.

Seguimiento: Imprescindible para valorar la evolución de la persona y su situación.

Clasificación de las Victimas en Situaciones de Desastres:

Los autores tratan de aclarar este dilema clasificando a las víctimas en seis ampliar categorías, dependiendo de su relación directa o indirecta con el desastre, de esta manera tenemos los siguientes:

- Víctima de 1° Grado; aquellas que sufren el impacto directo del desastre.

- Victima de 2° Grado; los familiares directos de las de primer grado.

- Victima de 3° Grado; los integrantes de los equipos de primeras respuestas.

- Victima de 4° Grado; la comunidad envuelta en el desastre.

- Victima de 5° Grado; aquellas que se ven implicada por conocer el suceso.

- Victima de 6° Grado; aquellas que no se encontraban en el lugar del impacto del desastre por motivo de viaje. 

Qué hacer y Qué No hacer durante la intervención en crisis:

A) Que hacer:

- Desarrollar el sentido de escucha-responsable. Escuchar atentamente, sintetizando brevemente los sentimientos del afectado. Hágalo sentir que usted lo entiende y comprende por lo que esta pasando, esto es la empatía.

- Ser cortés, honesto y transparente; ganarse la confianza y cooperación del afectado.

- Ser realista y objetivo.

- Favorecer la dignidad y libertad para que las víctimas trabajen en sus problemas.

- Favorecer la confianza y seguridad.

- Estar alerta sobre las oportunidades de dar énfasis a las cualidades y fuerzas de la persona.

- Aceptar el derecho de los afectados de sentirse así.

- Realice preguntas saludables y efectivas.

- Pida una retroalimentación para ver si está usted comprendiendo.

B) Reglas del NO:

- No ofrecer algo que no pueda cumplir.

- No le tenga miedo al silencio, ofrezca tiempo para pensar y sentir.

- No se sienta inútil o frustrado. Usted es importante y lo que está haciendo vale la pena.

- No muestre ansiedad ya que ésta puede ser fácilmente transmitida a los afectados.

- No ofrezca respuesta, más bien facilite la reflexión.

- No permita que el enojo u hostilidad de la persona lo afecte.

- No los presione a hablar de Dios, sea comprensivo con las creencias religiosas.

- No tenga miedo de admitir que el afectado necesita más ayuda de la que usted le pueda brindar.

Puede referirlo a profesionales especializados (Psicólogos)

- No permita que las personas se concentren únicamente en los aspectos negativos de la situación.

- No muestre demasiada lástima o paternalismo. Tampoco se exprese de manera autoritaria o impositiva. Busque un punto intermedio entre estas dos posiciones.

- No espere que la victima funcione normalmente de inmediato.

- No confronte a una persona en crisis si este se va asentir amenazado.

- No insista con preguntas más allá del punto en que la persona no desea hablar.

- No trate de interpretar las motivaciones ocultas de un comportamiento.

- No moralice o sermonee.

- No intente progresar demasiado rápido en el proceso de intervención en crisis.

- No considere de manera superficial las amenazas de suicidio u homicidio.

- No aliente a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer.
 

Principios técnicos utilizados en los Primeros Auxilios Psicológicos:

- Escucha responsable: escuchar atentamente y cuidadosamente.

- Permitir la libre expresión de la persona, en primer término.

- Transmitir la necesidad de aceptar lo ocurrido, pues ya no se puede modificar.

- En un segundo momento, realizar una conversación limitada y lo mas abierta posible. No excederse en un “interrogatorio fiscal”.

- Realizar resúmenes periódicos de la exposición de la persona: organización del pensamiento.

- Proveer información.

- Orientar en lo necesario pero evitando los “Consejos Directivos”

- Aceptación de las personas tal y como son, respetando su dignidad y sus derechos.

- Empatía, que significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo que le está sucediendo.

- Crear una atmósfera cálida y humana alrededor de la víctima.

- Posibilidad de desarrollar reuniones grupales con diversas personas que pasaron por lo mismo.

- Desarrollo de actividades para el manejo del estrés. 

Fuentes: